Monday, February 15, 2010

They will probably sue the Legion. For a change the Legion will be the defendant.

Luis Aguiló Lucia: ´Mi abuelo nos legó un sentido de la ética y ni un solo bien material´




Aguiló, en su despacho de la Acadèmia Valenciana de la Llengua.
Photo: Aguiló, en su despacho de la Acadèmia Valenciana de la Llengua. manuel molines


Secretario de la Acadèmia Valenciana de la Llengua. El que fue letrado mayor de las Corts Valencianes durante demasiado tiempo, según dice, es uno de los 31 nietos de Luis Lucia, líder de la Derecha Regional Valenciana en la República, condenado a la pena capital por el franquismo, que le cambió la condena por cadena perpetua poco antes de morir desposeído de todos sus bienes y sin poder legar a sus descendientes más que "el orgullo del apellido y un sentido de la ética para la vida".

JULIO MONREAL VALENCIA
Los Legionarios de Cristo han reconocido que su líder, Marcial Maciel, plagió hasta en un 80% el libro de Luis Lucia 'El salterio de mis horas' editándolo en 1993 como 'El salterio de mis días'. ¿Ha emprendido la familia ya alguna acción legal contra el plagio?
Está ya en manos de abogados tanto en España como en Méjico. Hemos sabido luego que este libro era el de la espiritualidad interno de los Legionarios de Cristo. Ha tenido bastantes ediciones en inglés en Estados Unidos y en Méjico en español. De todo esto nos hemos enterado por casualidad y estamos haciendo la reclamación correspondiente porque nos parece justo y necesario. Mi abuelo lo escribió en la cárcel Modelo de Barcelona cuando estaba condenado a muerte en los años 40 durante el régimen franquista. Son poesías que permanecían desconocidas, de manera privada, y que a través de mis padres llegaron al arzobispo de Valencia Marcelino Olaechea. Él quiso publicarlas y la censura impuso como condición que no podía aparecer que habían sido escritas en la cárcel. Unas poesías religiosas no podían aparecer como escritas en la cárcel en aquel contexto.
¿Ha pensado la familia en editar otras obras personales o menores de Luis Lucia que aún permanecen sin publicar?
A raíz del libro de Vicent Comes 'Al filo de la navaja', que es una biografía magnífica sobre él, se recogieron algunos trabajos. Nosotros tenemos recopiladas bastantes de estas obras, poesías. Unas son religiosas, otras más festivas, y está en nuestra idea poderlas editar. Justamente el día 18 de febrero se presenta en Castelló una antología de obras de autores castellonenses y yo he aportado unas poesías escritas en valenciano por mi abuelo y entre ellas hay unas muy cortitas dedicadas a la Virgen de los Desamparados.
Su abuelo fue condenado a muerte en un proceso sin garantías. ¿Se ha planteado la familia reclamar la anulación del juicio al amparo de la Ley de Memoria Histórica?
Nos costó mucho conseguir la sentencia en Barcelona. La verdad es que no nos hemos planteado eso. Mi abuelo, en el 'Salterio', dice algo así como 'Señor perdónalos aunque sepan lo que hacen'. Siguiendo un poco ese espíritu, mi abuelo habría perdonado todo eso y creo que es mejor dejarlo ahí.
¿Ha sido reconocida la figura de su abuelo de forma suficiente?
Muy poquito. No lo suficiente. Se han acordado en tres momentos. Cuando se constituyó el Consell del País Valencià en El Puig en el régimen preautonómico, en 1978, se le mencionó por primera vez en un acto público. Luego el Ayuntamiento de Valencia, no sin cierta polémica dentro de la UCD, le dedicó una plaza, y más recientemente las Cortes Valencianas por unanimidad le dedicaron una placa conmemorativa. Pero no ha habido un gran reconocimiento. En mi familia, los que hemos vivido en Valencia (otros están en Zaragoza y en Barcelona) hemos vivido en los años 50 y 60 mucho la marginación de un sector de la sociedad valenciana que no le perdonó nunca que el 18 de julio se adhiriera a la República y cooperara contra el golpe que acabó en la Guerra Civil por responsabilidad democrática y por un comportamiento ético. A lo mejor sus 31 nietos nos planteamos alguna acción ahora. Él hizo su papel en aquellos tiempos y no nos legó en absoluto ningún bien material, si acaso mensajes espirituales. Perdonó todo lo que le pasó y nos transmitió aquella filosofía a través de nuestras madres.
¿Qué queda del abuelo Luis Lucia en la familia?
En primer lugar está el orgullo de todos los primos de llevar como segundo apellido el de Lucia y sobre todo un sentido de una familia muy unida, y ser descendientes de una persona que transmitió que había que comprometerse con la vida. Casi todos los primos están metidos en temas como la Fundación San Vicente Ferrer, ONG..., en una actitud de responsabilidad. Nuestras madres nos insistían en que todo lo que la familia tenía que hacer en política lo había hecho ya el abuelo. Tenían miedo a que participáramos en política, lo cual no impidió que durante el franquismo muchos lo hiciéramos. Hemos heredado sobre todo un sentido de la ética. En lo religioso mi abuelo fue muy avanzado para su época. Preconizó lo que luego fue la democracia cristiana, ya que distinguía el ser católico y la acción política de los católicos, sin mezclar y con separación iglesia-estado.
¿Y además del orgullo y el sentido de la ética, algunos bienes?
Las propiedades que no se perdieron en la Guerra desaparecieron al acabar la Guerra. Les quitaron todo, hasta los muebles de la casa. Mi madre, que murió el año pasado, nos contaba sin decirnos de quién hablaba que comprobó que todos los muebles que había en la casa de mis abuelos en la plaza de Tetuán, al lado de donde ahora está el Colegio de Abogados, se los había quedado una conocida familia de Valencia y que no se les permitió reclamar.
Pero él no murió allí después de que le conmutaran la pena de muerte por cadena perpetua.
No. Murió en un pisito en Fernando el Católico. En la Guerra se había escondido de la persecución en Cantavieja. Allí es detenido, pasa brevemente por Valencia y luego permanece a la espera de juicio en la Modelo de Barcelona. El expediente que tenía para su defensa a la espera de juicio en la zona republicana se convirtió en prueba de cargo para los franquistas, que lo condenaron a muerte en 48 horas. Por presiones del arzobispo de Valencia Prudencio Melo y la Embajada británica le conmutan la pena y la cambian por confinamiento en la isla de Mallorca. Cogió un cáncer y volvió a Valencia, ingresó en la Casa de la Salud pero ya no se pudo hacer nada por él, y murió en un entresuelo que había comprado mi tío o algún familiar junto a Àngel Guimerà. Siempre con un policía dentro de la casa. De las propiedades que había antes de la guerra, como una finca cerca de Nules o unos campos de naranjas hubo que malvenderlas o se perdieron. No pudieron recuperar nada. Mi madre, sus tres hermanas y mi tío apenas heredaron nada de sus padres.
¿Esa circunstancia está en el origen de que buena parte de la familia se haya marchado de Valencia?
En Valencia se quedaron mi madre y su hermana pequeña. Las otras dos se casaron y se trasladaron a Zaragoza y Barcelona, y mi tío, el director de cine, no tuvo hijos y acabó en Madrid cuando Cifesa se trasladó. Mi madre sí estaba muy enfadada con la sociedad valenciana. Recuerdo que ella nos decía que había gente que había tardado años en saludarnos por la calle. Pero eso es un poco como somos los valencianos.
[Como ya se ha informado en este diario, los descendientes directos de Luis Lucia no tienen vinculación alguna con la finca de la calle Aben al Abar de Valencia, compuesta por una casa y un gran patio ajardinado, que el Ayuntamiento de Valencia se ha visto obligado a expropiar recientemente por unos dos millones de euros en cumplimiento de los derechos de sus anteriores propietarios, entre los que hay al menos ocho que comparten el apellido Lucia].
¿En qué figura política de la actualidad reconocería a su abuelo Luis Lucia?
Es difícil. Cada persona vive su época y es difícil trasladar de una época a otra. Mi abuelo responde a una mentalidad que hoy parecería muy carca en algunas cosas y muy avanzada en otras. El sistema de partidos actual no tiene nada que ver con el de la República, con partidos valencianistas, valencianos y estatales que hoy no se da. La fuerza política que pudo recoger en los primeros momentos de la Transición el espíritu político de mi abuelo fue Unió Democràtica del País Valencià (UDPV), que formaba parte de la Democracia Cristiana en torno a Ruiz Giménez, pero ya sabemos lo que pasó con esa fuerza política. En los años 30, las relaciones mejores de mi abuelo eran con el PNV y con UDC, que evolucionaron de forma diferente.
De la abundancia de partidos regionalistas de los años 30 se ha pasado a la práctica inexistencia.
La sociedad valenciana no tiene un sistema de partidos como el que funciona a nivel de Estado. ¡Qué pocas veces han coincidido las fuerzas políticas gobernantes en un lado y en otro! Las fuerzas políticas valencianistas por un lado están bastante integradas en los partidos estatales y sin embargo han tenido mucha más fuerza en el debate político de lo que le correspondía según las urnas. Su peso en la sociedad valenciana es mucho mayor que el que demuestra cuando llegan las elecciones. Un partido con un 3% no tenía que tener el peso que luego tiene

5 comments:

Anonymous said...

How did MM get his hands on Luis Lucia's original version of the Psalter book? Had it already been published and distrubuted at an earlier time? Was it simply a case that MM read a relatively obscure Spanish work and decided to claim it for his own?

Aaron said...

The book was written in the 30s, Lucia Lucia died in Prison during the Spanish Civil War.

It was published in Spain in the 1950s without much major circulation. I imagine it was printed by a religious printing press and was perhaps distributed more by word of mouth.

Anonymous said...

Maciel never thought internet would be his downfall...

Anonymous said...

Ain't that the truth? Little did Maciel know that the information highway would bring down his house of cards.

Although the internet has brought problems with it, I am thankful for its existence for this reason alone: pervs and frauds like Maciel can no longer hide.

Anonymous said...

Let's hope the Lucia family DOES go ahead with the legal suit.